He visto que está de moda empezar los artículos con la frase: “hoy voy a cagarme en el SEO” y yo también quiero jugar. Así que, en este artículo voy a dejarme de SEO y de palabras clave —de hecho, mi palabra clave es “hazlo”, así que ya ves, esto sí es ciscarse en el SEO y no los posts de lloriqueo que os marcáis—.
En las últimas semanas he visto algunos artículos quejándose de lo duro que es escribir y tener un blog siguiendo unas reglas de marketing. De lo incómodo que resulta tener que hacer algo por obligación. De lo difícil que es escribir sobre un solo tema o de lo poco que importa vender o no vender en un blog. He participado en hilos de Twitter en los que hablamos sobre lo duras que pueden llegar a ser las redes sociales.
Que vaya por delante que entiendo este punto de vista. Que he estado ahí y que sé lo mal que se pasa.
Pero de la misma forma que estuve ahí, también salí. Y salí de ese estado —aunque tenga ligeras recaídas— porque entendí que nadie me obliga a nada. Hago lo que quiero y si algo no lo quiero hacer… Pues no lo hago. Nadie me obliga a nada.
Ya lo decían The Animals: It’s my life and I’ll do what I want.
Melodrama y audiencias
¿Sabéis por qué funcionan tan bien los culebrones? Porque son puro melodrama. Actores y guionistas exageran las emociones y las situaciones y las llevan al límite. ¿Sabéis por qué funcionan tan bien esos “artículos queja”? Porque son puro melodrama. Son el rimmel corrido de la reina del baile de los artículos de blog.
Oye, no estoy diciendo que tengan nada de malo. De hecho, el que los escribe lo hace con la conciencia de que van a colar y que van a entrar bien. Es parte del marketing… ¡Espera! ¿No era el marketing lo que odiaban? Sí, pero a veces se reconcilian con él. Sé que esto no te va a gustar, pero el lector es una hiena hambrienta y ese tipo de artículos emocionales son pura carnaza.
Uno escribe uno de estos artículos por voluntad propia. Nadie te obliga a hacerlo. Tampoco te obliga nadie a que escribas artículos sobre marketing editorial, sobre novela negra, ni sobre la pava parda del Bósforo y las consecuencias de la carga de caballería ligera Rusticana sobre sus hábitos de apareamiento.
Lo haces porque quieres o porque te gusta, o por las dos cosas. Y si no te gusta, no lo hagas. Es tan sencillo como eso.
¿Quieres dejar de seguir una estrategia de contenidos y escribir de lo que te salga del ciruelo? ¡Pues hazlo! ¿Quién te ha dicho que no puedes tener un blog escribiendo lo que te salga de la pepitilla? Nadie. Puedes hacer lo que quieras, eso es lo bueno que tienen los blogs.
Me da algo de rabia que se escriban este tipo de artículos, aprovechando la moda de “darle al SEO”. Me da rabia porque parece que alguien te obligue a hacerlo. Y no es cierto. Es una falacia argumentativa terrible. Nadie te obliga a nada. Nadie te pone una pistola en la cabeza y te dice: “crea una estrategia de contenidos, busca tus palabras clave o mataré a un perrito”.
Confesiones de un escritor que no escribe
Yo también me puedo cagar en muchas cosas. Por ejemplo en la escritura. Y me podría cagar en las editoriales y en los lectores. Y en los grupetes de amiguis escritores que se hacen y que consumen sus producto endogámicos entre ellos y arrean zurriagazos a todo libro que no forme parte de su círculo, maltratándolo en las reseñas de Amazon y en Goodreads.
Pero no lo hago. Porque hacer eso es una excusa. Es una pérdida de tiempo y de fuerzas. El problema no son los demás, ni es el medio, el problema no es ni siquiera el género. El problema es uno mismo. Así de sencillo.
Os voy a decir algo que me incomoda bastante: no escribo más de dos páginas seguidas desde mayo. ¡Desde mayo! Llevo 5 meses en los que no he escrito nada. Me siento, abro Scrivener, cargo un proyecto de los que tengo en mi disco duro —ahora mismo tengo unos 15 a medias—, miro las últimas frases que he escrito y lo cierro.
Y abro otro. Y el proceso se repite.
No escribo y le he echado las culpas a todo. Al trabajo, al calor, al verano, a las vacaciones… Excusas.
Para ponerte en antecedes: el parón llegó cuando quise cambiar de género.
Me encanta el terror. Leo terror, veo series y películas de terror… Me encanta. Pero también me frustra y me agota psicológicamente. Me puse a escribir otras cosas, tenía un par de historias muy buenas en mente y me puse con ellas… Pero luego, me alcanzó el destino. No me obligó a comer soylent green, pero me dijo que lo mejor que podía hacer era dedicarme a lo mío. Lo mío es el terror, no la historia tipo Persiguiendo a Amy que estaba escribiendo.
Y me bloqueé. La dejé. Y ahora no sé por dónde podría cogerla.
Pero ¿sabéis cuándo volveré a escribir? Exacto: cuando quiera. Porque solo tengo que hacerlo. Solo tengo que sentarme, abrir el programa y escribir.
Aunque eso, ahora mismo, es lo más difícil del mundo.
Por mi culpa, por mi culpa…
Hace un tiempo alguien me dijo que debo ser ciclotímico. Yo no sabía lo que era, así que lo busqué en Google. En pocas palabras, es una versión light de ser bipolar. No soy bipolar —al menos no creo serlo—, pero tampoco pude decirle a esa persona que se equivocase mucho en su juicio.
Tengo temporadas. Hay meses en los que escribir es mi vida y lo amo —donde pone escribir puedes cambiarlo por: trabajar, mi blog, la gente, el marketing…— y otros en los que de repente, no encuentro sentido a nada de lo que hago y todo me supera.
Quiero escribir y tengo ahora mismo 4 obras terminadas, listas para maquetar y publicar… Pero luego pienso: ¿para qué? ¿De qué me va a servir todo esto? ¿Quién me va a leer?
Luego, dentro un mes, pensaré: tengo que publicar todo esto ya. Y me entrarán las prisas.
Ya ves. Así son mis ciclos. ¿Odias hoy el SEO porque tu blog no funciona cómo pensabas? Bienvenido al club, yo llevo 5 años con ese sentimiento.
Y aquí sigo. Trabajando. Porque esto no es algo que hagas por obligación. Esto lo haces porque te gusta. Y nadie te obliga a hacerlo de ninguna manera concreta. ¿Quieres vender a través de tu blog? Pues hazlo. ¿Quieres convertir tu blog en una bitácora? ¡Hazlo! ¿Quieres ser el nuevo Hank Moody y tener un blog macarra estilo Hell-A? ¡Pues hazlo! Nadie te lo impide.
Perdón. Sí que hay alguien que te lo impide. Tú mismo. Porque eres la única barrera real entre lo que quieres hacer y lo que estás haciendo.
Escribe lo que te la ponga dura
Yo no soy Hank Moody, pero voy a citar su primer post en Hell-A y os voy a decir: Jaume Vicent os odia a todos.
¿Ves? Quería hacerlo y lo he hecho. Y es una frase que va contra mis lectores objetivos, contra el SEO y contra mi marca… Pero me importa una mierda. Me apetecía decirlo y lo he dicho. Y no ha sido como quitarse una tirita, esa frase está escrita letra a letra.
Es liberador.
¿No quieres escribir SEO en tu blog? No lo hagas. Escribe lo que te dé la gana.
Ese es también mi mayor problema. Y aunque lo sé y lo tengo identificado, sigo sin escribir… Porque muchas veces, esperan de mí que escriba cosas que no quiero. Se espera de mí que escriba terror o ciencia ficción y no quiero hacerlo… Quiero escribir otras cosas. Como les dice Moody a sus alumnos: quiero escribir lo que me la ponga dura. Porque lo que me la pone dura a mí, se la pondrá dura a otros y esa es la magia de la escritura.
Pero en algún punto nos hemos equivocado. Hemos tomado el camino de la venta como un mantra. Y parece que todos los escritores han entendido que “deben tener un blog de escritura”. No es así. No necesitas tener un blog de escritura, necesitas un blog de escritor… Y ni siquiera eso. No necesitas nada. Te sirve con tus redes sociales. ¿Y sabes qué? Ni eso.
No necesitas hacer nada que no quieras hacer.
La muerte de los blogs y otras cosas raras que leo por ahí
Los grandes expertos llevan unos diez años vaticinando la muerte de los blogs. Pero aquí estamos. Hablando de blogs.
Es un poco como esas sectas que llevan desde los 80 augurando el fin del mundo… En fin, ¿no se cansan de cagarla? A mí, a estas alturas, ya me daría algo de vergüenza.
Es verdad que los blogs no están muertos, pero sí han cambiado. Mucho. En 2005 Google era una empresa que valía cerca de 9.000 millones de dólares, hoy en día vale cinco veces eso. Es normal que, en el camino, todo haya cambiado. Los blogs ya no son una bitácora… y no, tú tampoco eres el prota de Bocados de Realidad, grabando vídeoblogs con una cámara VHS tamaño Kingsize.
Internet ha cambiado mucho. Los blogs han cambiado mucho y la gente no sabe cómo eran antes. Un blog, hace diez años era básicamente lo que es hoy en día una cuenta de Instagram. La gente subía fotos de su día a día y poco más. Eso eran los blogs, así eran las bitácoras de verdad. No eran tu rincón de llorar. A Internet se viene llorado de casa. Porque lo que lea la gente en tu rincón, será con lo que te identificará como escritor.
Hoy en día, los blogs son plataformas de visibilidad y herramientas de marketing para las empresas. Y eso hay que entenderlo en su contexto.
Sí, un blog sigue siendo un espacio personal y puedes hacer con él lo que te dé la gana. Pero uno tiene que ser consecuente con el medio en el que se mueve. No quisiera hacer una reducción al ridículo… pero es que algunas veces parece que queremos tener atrezzo para un programa de radio.
Hazlo
No sé cuantos habrán llegado hasta aquí. Tampoco sé cuántos lo habrán hecho sin enfadarse conmigo o sin pensar que soy un gilipollas engreído. Entiendo que pocos.
Ya os lo he dicho, entiendo la frustración que te causa tu blog. Entiendo las ganas de dejarlo todo, de gritar… Yo llevo 5 años en este blog y he tenido ganas de dejarlo todo y de cerrar, al menos, una vez al año. Y este no ha sido diferente.
Porque un blog es un trabajo. Es muy exigente. Requiere tiempo. Requiere una inversión de dinero. Psicológimanete es otro esfuerzo, tienes que aguantar comentarios de todo tipo y tienes que soportar imbéciles de todo tipo, que pasan a soltar bilis y frustraciones… Y tú, como te lo han repetido hasta la náusea, nunca contestas mal… Porque… ¡Oh, Dios, Tu marca!
Tener un blog casi siempre es una mierda, sí. Pero nadie me obliga a estar aquí. Nadie me ha obligado a escribir sobre marketing para escritores. Nadie me ha obligado a escribir sobre terror. Lo he hecho, porque me ha gustado. Porque he pensado que podría ser bueno para mí y para promocionar los libros que he ido publicando.
¿Me he equivocado? Pues claro. Mucho. Muchas veces. Con muchos artículos —este que estás leyendo es uno de esos—. Pero la culpa no ha sido del SEO, ni del marketing de contenidos, ni de mi blog. Ha sido mía. Yo he decidido hacerlo así.
Entiendo que no todos disfrutan de las redes sociales. Que no todos disfrutan planificando el contenido. Que todos tenemos varios intereses y que centrarse en una sola cosa puede ser asfixiante… Pero tampoco tienes que hacerlo. Nadie te obliga.
¿Quieres tener un blog de escritor? Hazlo. ¿Quieres tener un blog PARA escritores? Hazlo. ¿Quieres alejarte de las redes sociales y de los blogs? Hazlo. ¿Quieres tener solo cuenta en Twitter? Hazlo. ¿Quieres dejar Twitter? Hazlo. ¿Quieres desaparecer de Internet y dedicarte a hacer bolos por los pueblos en verano? Hazlo.
17 Comentarios. Dejar nuevo
No podías haberte explicado mejor.
Nosotros somos los que nos limitamos, no busquemos culpables.
Hola, Laila
Muchas gracias, la verdad es que tenía mis dudas con este artículo. Pero me alegra ver que ha gustado 😉
Muchas gracias por este artículo. Necesitaba leerlo. Llevo un año escribiendo relatos en una libreta que no pasan de ser una idea un poco desarrollada pero no llegan a nada más. Quiero abrir mi blog pero no encuentro ni el momento ni las ganas ni el tiempo. Y con todo esto en la cabeza, has venido tú a agitarme un poco.
Muchas gracias y espero que no cierres el blog. A mí me viene muy bien leerte.
Hola, María
Bueno, espero no tener que cerrar el blog. Aunque muchas veces es lo único que me apetece —eso y darla una patada a todo—. Pero bueno, voy a seguir porque me gusta y disfruto mucho escribiendo aquí. Al final hay que hacer lo que a uno le gusta, nada más y nada menos.
Gracias por el articulo, también soy escritor que no escribe, tengo 3 proyectos a medias, y acabdo de comenzar un blog super sencillo, esperando poder tener una entrada diaria para no dejarlo. Saludos y que los blogs no mueran.
reflexiones-cortas.blogspot.com
Hola, Ángel. Gracias a vosotros por leerlo. Espero que te vaya muy bien con ese blog y que te ayude a mantener la chispa de la escritura, porque esto de escribir es como un músculo más, si no lo usamos se nos atrofia.
Se agradece la honestidad del artículo. Efectivamente es liberador, ¡gracias!
Hola, Fran. Muchas gracias!
Bueno, bueno, bueno…
Hasta hoy, dos días después de leer el artículo en el móvil, no he podido sentarme en el ordenador a escribir un comentario. Esperaba llegar y encontrarme ya una ristra de comentarios, pero no veo ninguno. No sé si es un fallo de mi conexión a Internet, aunque me da que no.
No sé por donde empezar a aplaudir, así que iré dando palmas así en general.
Nadie nos obliga a nada, es cierto. Pero parece que sí estamos obligados. Escribir un blog como nos salga del ciruelo (lo has dicho tú, no yo; yo habría dicho nabo) parece ser una tarea imposible: o bien nos caemos por el lado del melodrama o lloramos por las esquinas porque nadie lo lee.
No soy quién para opinar sobre todo esto, porque no soy un experto bloguero. “Bloguero nivel medio”, y eso tirando por lo alto. Mi primer blog lo abrí en 2007, en blogspot, para hablar sobre parapsicología científica. Desde 2015 no escribo nada ahí. Publicaba según me venía en gana, y le echaba tiempo y esfuerzo.
Luego abrí el de escritor, porque “había que tener un blog”. Eso fue en 2015… y han sido los tres años más agobiantes y míseros de mi vida en lo que a bloguear se refiere. Un puto tormento. ¿Por qué? Porque no daba con la tecla. Ni creo haber dado, pero voy acercándome. En este blog de escritor lo mismo lloraba por las esquinas que escribía cosas que parecían interesar a la gente. Tres años buscando el modo en que quiero escribir, buscando de qué quiero escribir y cómo. He rajado del SEO, de las palabras clave y de todo en general.
La cuestión es que sé cómo quiero enfocarlo y de qué quiero escribir, pero se supone que así no atraigo a mi público objetivo ni me posiciono, etc. Pero llegados a este punto, y sin despreciar al SEO (que oye, el plugin Yoast SEO ayuda a hacer entradas más legibles), sin dejar de lado objetivos y miras, prefiero disfrutar del blog que sufrir por intentar hacer algo que no lleva ni un ápice de alma detrás.
La cosa está en lo que tú dices: “Sí que hay alguien que te lo impide. Tú mismo. Porque eres la única barrera real entre lo que quieres hacer y lo que estás haciendo.”
“Hay que tener un blog de escritura” es El Mantra. Y sí, estoy de acuerdo. Coge, abre un blog, elige tema (fantasía) y dale a la tecla: “5 razones para leer fantasía en calzoncillos”, “las 9 razones por las que no debes comer mientras lees fantasía”, “Mi top ten de fantasía urbana”, etc. Cuando empecé me hundí porque veía otros blogs que eran mucho mejores que lo que yo estaba haciendo, así que dejé de hacer lo que quería hacer de verdad con el blog. ¡Pero es que tampoco sabía lo que quería! Y en ese barrizal entra uno solito, y puede estar años revolcándose.
Después de tres años con el blog, de melodramas, éxitos inesperados, éxitos esperados (que nunca llegaron), etc., decido seguir con el blog porque me gusta. Fíjate, me gusta. Está gustándome, porque ya no es una obligación. Necesita su tiempo, claro, y su rutina, etc. Pero he decidido anteponer el disfrutar del blog. Quizás el año que viene se convierte en una bitácora o en un nido de entradas clickbait de esas: “Empecé este libro de fantasía y lo que ocurrió después no te lo imaginas”.
Sí que nos odias, lo sé 😊 Pero porque somos unos capullos que, cuando no nos das lo que queremos, lo que venimos a buscar, te hacemos el vacío (que conste que uso el “nosotros” por educación; yo he tenido un orgasmo leyendo esta entrada). Así que guíate por tu pene y úsalo como medidor del SEO, porque esta frase es para enmarcarla: “quiero escribir lo que me la ponga dura. Porque lo que me la pone dura a mí, se la pondrá dura a otros y esa es la magia de la escritura.”
Yo quiero tener un blog de escritor, y es difícil, porque no quiero escribir para escritores sino para lectores. Sí, ya lo sé: los escritores también leen. Pero todos entendemos a lo que me refiero. No sé si me posicionaré o no, pero mientras me la ponga dura lo tomaré como que voy por el buen camino.
Este comentario está quedando muy largo y ni siquiera estoy seguro de haber dicho lo que quería decir (le falta un poco de SEO – Searching Empalming Optimization)
Un abrazo!!
Buenas, Óscar
A ver, voy a responder por orden, que te has lucido con el comentario, jajaja.
Es cierto que se ha creado una cultura de “debes tener un blog de escritura”. Pero bueno, ese es un error de comprensión. Un escritor no debe tener un blog de escritura, necesita un blog de escritor. Ya he escrito muchas entradas con entradas para un blog de escritor, así que no me voy a repetir. Pero sí os voy a dar una pista: “Documentar es mejor que crear”. Eres escritor, ¿no? Estarás escribiendo algo, supongo… Pues documenta ese proceso. Comparte con tus lectores —futuros y pasados— lo que estás haciendo. Seguro que hay algo que podrán sacar en claro de todo ese proceso.
Yo creo sinceramente que la mayoría de problemas y la mayoría de “blogs clon” han llegado porque no se ha llegado a comprender que un blog de escritor no es un blog de escritura. De repente tenemos 200 blogs diciéndote cómo escribir, muchos de ellos de personas que no han publicado o escrito un libro en su vida, que están en el proceso… Si estás en el proceso, si estás aprendiendo, ¿qué me vas a enseñar? Escribe, aprende, completa ese proceso y ya luego me enseñas lo que quieras… Pero primero aprende. Y es ese camino el que quiere ver el lector, al lector no quiere que se le enseñe a escribir, el lector quiere ver a la persona que hay detrás de la letra. Quiere ver al escritor y, si puede ver el proceso de escritura completo, mejor.
Un blog puede ser perfectamente tu forma de escribir al mundo. Es un medio más. Tan válido como una novela o un conjunto de relatos. Incluso puedes juntar tu contenido, revisarlo, maquetarlo y publicarlo. Y sería tan válido como cualquier otra cosa… ¿Has visto esos libros de “poesía” con poemas de 2 líneas? Pues si eso es publicable, contenido de calidad de un blog personal o de escritor… Pues imagínate.
Al final todo se reduce a que hagas lo que te motiva. Haz lo que te gusta y si algo no te gusta o no te motiva no lo hagas. Escribir por escribir, tener un blog por tenerlo, es una mierda. Porque se convierte en una obligación y ya tenemos demasiadas obligaciones en nuestra vida… ¿Tengo que escribir por obligación? Ni de puta coña, colega. Si escribir se me convierte en una obligación paso totalmente. Si yo no me divierto escribiendo algo, ¿cómo se va a divertir el lector? Es imposible.
En fin… Que ya sabes cómo va esto. Tienes que hacer lo que te dé la gana. Te tienes que divertir y aprender por el camino. Porque si no, todo esto es una mierda 😉
Hola de nuevo (amenazo con otro comentario… jajaja)
Primero, no sé si pedir disculpas por un comentario tan largo (sí lo sé: no, no se piden).
Coincido en que el lector quiere ver a quien está detrás; por eso lamento tanto que Barker o Gaiman, por ejemplo, no escriban en sus blogs… y me tengo que buscar sus palabras por ahí. Ese es el modo en que yo quiero llevar el blog. Y lo de mostrar el proceso de trabajo, documentacion, etc., es otra de esas cosas que quiero compartir.
Hala, ya he terminado. Que no se diga que no puedo ser breve XD
Un abrazo.
Hola, primero vez que llego a tu blog y me ha encantado. Yo también he tenido ganas de tirar la toalla más de una vez, o días en los que sé que tengo que escribir con SEO pero eso me corta la inspiración, así que termino solo escribiendo.
Me sentí muy identificada.
Hola, Luisa
Muchas gracias, me alegro mucho de que te haya gustado y, sobre todo, me alegro de que te hayas sentido identificada con este artículo. La verdad es que no es sencillo, muchas veces, soportar todo el trabajo de un blog. Pero bueno, hacemos lo que podemos.
Uno de tus artículos más brillantes, porque lo escribiste desde el fondo de tu alma y eso, mi buen Jaume, siempre se detecta y agradece.
Y es un hecho, si lo que se está haciendo es por imposición, pues la cosa ya apestó.
Los tiempos de altibajos son comunes, y creo que más en esta época. (Te lo dice alguien que conoció la era predigital y la digital. Con sus bondades y maldiciones, ambas.)
Por último, de vez en cuando es harto sanador mandar a las reglas e imposiciones (como diríamos acá en México): ¡A LA CHINGADA! (Se siente liberador y rico, ¿a que no?)
Abrazote desde este lado del Atlántico.
Hola, Ernesto
Muchas gracias, la verdad es que sí es liberador. Tardé mucho en mandarlo todo a la chingada, debería haberlo hecho mucho antes. Ha sido una gran experiencia, qué te voy a decir.
Aunque, claro, tampoco puedo andar siempre llorando por los rincones, que no soy La Lirio —la Lirio era una pilingui que era muy blanca de piel porque tenía tísis—. Aunque de vez en cuando me viene muy bien escribir uno de estos artículos —aunque esta vez fueron 3 seguidos— y dejar escapar el vapor de la caldera.
Estas cosas que escribimos con las entrañas más que con la cabeza son las que forjan el carácter de la persona que está detrás de la pantalla, también está bien que se me conozca un poco. Aunque tampoco voy a dejar que se me suba la pólvora al campanario, hay un momento para cada cosa 😉
Muchas gracias por el comentario, un abrazo muy grande!
¿Cómo que nadie te obliga? A mí no me gusta tener que saber de ventas, de marketing, de SEO y de promoción y tener que hacer contenido en redes sociales y en un blog para atraer a mis clientes objetivos. Solo me gusta escribir de lo que me da la gana y publicar eso que me dio la gana escribir y que me lo compren lo suficiente para que pueda vivir dignamente de eso. Pero si quieres conseguirlo, tienes que hacerlo todo tú, y eso es muy jodido; un completo infierno por el que no quieres pasar. Pero te obligan a ello. Es el precio que tienes que pagar si quieres vivir de tu pasión: escribir ficción.
A mí me gustaría ser un Stephen King de turno, por ejemplo, que solo se dedica a escribir porque ya tiene a otros que le hacen el “trabajo sucio” del marketing, la promoción, las ventas y el cuidado de las redes sociales y su marca personal (y hasta de la edición, la maquetación, la publicación y la distribución de todo lo que escribe). Así sí da gusto.
Nadie te obliga. Siempre tienes opciones diferentes, si no te gusta llevar por ti mismo las redes y la promoción, busca una editorial y trabaja con editoriales.
Incluso puedes autopublicar sin hacer nada de eso, hay muchos escritores que sin blog y sin redes publican sus cosas en Amazon y les va bien. Está claro que si quieres hacerlo, tienes que hacerlo tú… Pero es lo de siempre, nadie te obliga y es así, si lo haces es porque quieres.