Estas últimas semanas estoy un poco quejica… sí que es verdad. Pero es que hace un tiempo me di cuenta de una cosa: hace meses que no escribo como antes. No es que el año pasado escribiera al nivel de King, pero sí que fui capaz de escribir y publicar 4 relatos y una novela. Además de otros tantos artículos y más relatos para revistas como Argonautas o Ánima Barda.
Pero este año me encuentro más seco… No sé…
Supongo que tiene su explicación. En primer lugar mi trabajo —mi trabajo de Clark Kent, el que tengo en mi otra vida— me jodió bastante los planes que tenía para este año. Por otra parte, me cargué el ordenador y perdí mucho trabajo —sí, soy gilipollas por no haber guardado las cosas en la nube, mea culpa—. Además, el universo me odia y se ha conjurado para que me resulte imposible terminar nada de lo que he empezado…
Bueno, esto último igual es pasarse un poco.
Pero sí que es verdad que me está costando tirar hacia adelante. He logrado terminar algún que otro relato durante este año y he publicado El Clan de la Montaña en Historia de un Revólver, pero la verdad es que me está costando encontrar el ritmo. Ni siquiera me he planteado participar en el Nanowrimo, total, ir pa’ná es tontería.
Cuestión de preferencias
Un gran problema, es que como freelance me toca coger cualquier proyecto que me caiga en las manos si quiero comer. Lo que me dificulta bastante el tema de encontrar tiempo —o ganas para escribir—. Hace un tiempo Víctor Selles escribió un buen artículo sobre esto de tener que escribir por cojones, incluso cuando no tienes ningunas ganas… ¿Por qué tengo que ponerme a escribir cuando llevo 7 horas escribiendo artículos sobre accidentes? Lo que me apetece es salir a tomar unas cervezas, mazmorrear un rato en WoW o dormir… Sí, me quedo con lo de dormir.

Dormir es un arte perdido que debemos recuperar.
Parece que se ha instalado la extraña idea de que, si no escribes no eres escritor. Bueno yo trabajo escribiendo, escribo artículos para mi blog, para colaboraciones, para revistas, para empresas con las que trabajo… ¿Qué pasa? ¿Que mis dos horas libres las tengo que pasar delante del mismo ordenador haciendo lo mismo que hago durante todo el día? A veces, queridos y queridas, resulta imposible.
Uno solo quiere desconectar y salir un rato por ahí. Olvidarse de la puta tecla.
Supongo que una parte de mi sequía se debe a que no me apetece seguir con el culo pegado a la silla tras mis horas de trabajo. Tampoco es que sea la ilusión de mi vida quemarme las córneas pasando 14 horas al día sentado frente a la pantalla. Aunque no lo parezca… tengo vida personal y me gusta.
Después de verano, por ejemplo, tomé la decisión de no hacer más reseñas. No tengo nada contra las reseñas, sigo haciendo alguna que otra, pero la verdad es que no me apetece. ¿Queréis saber por qué? Porque son una pérdida de tiempo y de energías. Antes yo me solía leer un libro a la semana o casi. Desde que me metí en el rollo de las reseñas apenas he leído un libro al mes… Casi pierdo por completo la fe en la literatura y no estoy dispuesto a pasar por eso.
El escritor quemado y qué hacer con él
Por otra parte existe —o eso dicen— el síndrome del escritor quemado. Los americanos son muy de poner burnout a lo que sea. No me malinterpretes, los juegos me encantan, eso de reventar coches es la hostia, pero cuando el que te quemas eres tú… la cosa cambia.
A mí no me van mucho los rollos psicológicos. Los TDAH y esas cosas me parecen gilipolleces absurdas inventadas con el único fin de empastillar al personal y joder la infancia al mayor número posible de chavales. Pero sí que es verdad que hay algo dentro de mí que se ha roto. Al menos se ha quebrado.
Cada vez que me siento a escribir me suben las pulsaciones e, inmediatamente, mi cabeza me bombardea con un millón y medio de imágenes. Abro un proyecto nuevo y Pepito Grillo me susurra: déjalo estar, hombre. Total, no va a servir para nada.
No sé si eso será el síndrome del escritor quemado o es que ya paso de todo y he mandado a tomar por culo la bicicleta. Pero algo me pasa, de eso no hay duda.

Además de ser la portada del primer disco de Rage Against the Machine, este hombre se sacrificó como protesta por las persecuciones del gobierno de Vietnam a los monjes budistas —píldora de historia, ¡yah!—.
Si buscas artículos sobre este tema te encontrarás con una solución infalible: ¡Escribe más! Pues nos ha jodido mayo con las flores, colega. Vamos a ver. Vamos a sentarnos un segundo y reflexionar. En primer lugar nos quitamos la careta; sí, entiendo que tenemos que escribir artículos y llevarnos el mayor número posible de suscriptores y lectores al catre… pero vamos a ser serios. ¿Cómo apagas un fuego en tu casa? ¿Con gasolina? Yo me imagino que los apagarás con agua… Como mucho con arena.
Y eso es lo suyo. Si escribir te ha quemado… ¿Cómo vas a escribir más? Lo lógico sería hacer lo contrario. Si estás quemado de escribir no escribas, porque todo lo que salga de ahí solo servirá para aumentar tu frustración. Si escribes sin ganas, sin sentimiento, lo único que conseguirás será cagarla; escribir unas pocas líneas de mierda y fastidiarte las pocas ganas que puedan quedarte de escribir.
A mí me ha pasado: tienes que escribir por cojones, porque los escritores escriben y si no lo haces no serás escritor… Y la ansiedad va aumentando, empieza a salir pelo, los colmillos se van alargando y tu nariz se convierte en un hocico…
Descansa. No te puedo decir más. Descansa, olvídate y, con el tiempo, volverás a tener ganas de escribir. Y si no, si nunca más jamás de los jamases vuelves a escribir… Pues no pasa nada, no es el puñetero fin del mundo. Es una putada sí, pero no es el fin del mundo. Ya encontrarás otra cosa, la ornitología o el macramé están bien, son entretenidos.
Aprende a pasar hambre
Últimamente veo muchos consejos para vivir de escribir, que si es posible, que si no es posible. Vamos a ver, claro que es posible, pero no de la forma que muchos imaginan. Esto no se trata de llegar, soltar cuatro líneas sin corregir y partir la pana. Lo siento, chaval, no eres Kerouac, ni Bukowski. Si quieres vivir de escribir grábate esto en la cabeza, no eres nadie.
Eres un pececito más dentro de una pecera llena de peces más grandes que tú que buscan comerse lo mismo que tú. No te digo que esto sea la selva o que nades entre tiburones —bueno, a lo mejor un poco sí—, solo te digo que tienes que saber cuál es tu lugar y qué es lo que estás haciendo.
Me sorprende un poco ver la cantidad de gente que se piensa que vivir de escribir es fácil. Supongo que esto de tener ordenador en todas las casas no es tan bueno como parece, ¿verdad? Todos tenemos un teclado. Nadie se plantea que vivir de la pintura sea sencillo; «es que no sé dibujar», dicen… ¿Y quién te ha dicho que sepas escribir, perla? Una cosa es no cometer faltas de ortografía… pero de ahí a ser escritor… Yo también sé hacer círculos y rayas, pero nunca me he planteado ser dibujante de cómics, por ejemplo.
De la misma forma que cantar en la ducha no te convierte en cantante, tener un teclado en tu casa no te convierte en escritor. Pero este mensaje —que me parece lógico— no termina de calar en el personal. Y como dicen que si no puedes con ellos te unas… pues ya lo sabes.
Si quieres escribir no te metas en esto pensando que es una forma fácil de ganarse el pan. De eso nada. Cuando pongas un pie aquí verás que no te conoce nadie y que a nadie le importa una mierda lo que hagas o digas —bueno tu mamá estará muy contenta por ti, pero no creo que sea tu público objetivo—. La confianza se gana con el tiempo, con el esfuerzo y con las ganas. Tienes que saber dónde estás y qué hacer en cada momento. No quieras llegar y besar el santo, eso no va a pasar.

Vivir de escribir no es tan fácil como parece. Perdona por pincharte el globo…
Si quieres escribir tienes que saber que ganarse la vida con esto es muy jodido. Que no te valen las clases de lengua del colegio, que necesitas formación —porque si quisieras pintar o cantar, tomarías clases, ¿verdad? Pues esto es lo mismo—. Vas a necesitar carros de paciencia. Tendrás que trabajar cuatro veces más que en cualquier puesto de trabajo normal y, sobre todo, que te vas a llevar hostias como panes, malos comentarios y hasta algún que otro insulto gratuito.
Después de este discurso lapidario creo que estoy en situación de comentarios que mi próximo libro se titulará No eres escritor, pero a lo mejor puede que algún día con un poco de suerte puedas parecerlo. Todavía estoy trabajando en el título… Pero como estoy quemado y no me apetece escribir, lo tengo un poco abandonado… Da igual, ya me pondré… Ahora me voy a tomar unas birritas, que es sábado y estoy hasta el gorro.
Hala, agur.
Postdata
No pretendo chafar los sueños de nadie y no quiero decir que no tengas que escribir, al contrario, escribe tanto como puedas. Pero no te metas en esto porque no sabes qué hacer con tu vida o porque hayas leído medio blog y te creas que tú también puedes hacerlo. Escribir requiere trabajo y mucho esfuerzo, vas a tener que sacrificar muchas horas de tu vida. Tendrás que bregar y formarte —te lo repito, sin formación no vas a ningún lado—, como en cualquier trabajo del mundo.
Mira, con la música estoy pasando un mal momento por motivos que no vienen al caso. Sí, desde luego soy un negado de poco talento, que mejor podría dedicarse al macramé como bien dices. Pero durante toda mi vida me ha acompañado y no es fácil el divorcio. Ahora me planteo «tocar» —qué ingenioso juego de palabras, es que soy la monda— otros palos musicales. Ya hace tiempo que empecé con la composición; lo mismo sigo por ahí. O cambio de instrumento y me voy para la cuerda; rascatripas me veo.
Toda esta diatriba, aparte de para contar mi vida, es para comentar que el cambio de actividad, momentáneo o definitivo, incluso dentro del mismo campo, siempre puede ayudar a salir del bache.
PS.- No debe tomarse como un consejo. Hace mucho que no los doy porque mi conciencia no soportaría que alguien los siguiese.
Pues mira, tus consejos me parecen de lo más sensato que he leído en tiempo.
Yo el tema de la música lo tengo bastante cerca, mi pareja y su hermano son músicos los dos —son profesores de conservatorio—. Los dos tienen carreras de piano, flauta y clave; a mí novia nunca le gustó el piano, ella era de flauta. Sin embargo, el tiempo pasaba y la flauta no le ofrecía salidas, sin embargo el piano, sí. Al final cambió y gracias a eso ahora mismo tiene curro. Como has dicho tú, los cambios nos ayudan más de lo que pensamos.
El talento está sobrestimado, hamijo. Mucho ruido y pocas nueces, lo que cuenta al final del paseo este, es la pasión y las ganas que le pongas. Supongo que tú no te vas a poder divorciar nunca de la música, no por nada, es que las llevas cosida al alma —agh, que poético me ha quedado, mecagoenlamar—.
Nada, como siempre, mucha gracias por pasarte y comentar! Un saludo!
Pues menos mal que no escribes mucho este año, porque en este artículo ya has dicho mucho. Sí, como decía John Lennon, la vida es todo aquello que te ocurre mientras te empeñas en hacer otros planes. Y para escribir es necesario vivir. Primero es la vida, luego la escritura. Para mí solo de esa forma cobra sentido lo que escribo. Hay etapas duras, pero hay que respirar, coger aire y seguir adelante. Ya vendrán tiempos más calmados y volverá la inspiración.
Ánimo y saludos.
Begoña
Muchas gracias, Begoña!
No he escrito tanto como debería, sí que es verdad. Por suerte, hasta ahora el blog nunca me ha fallado —aunque tuvo una temporada de bajón, no te creas—. Creo que tienes toda la razón, primero está la vida y luego la escritura. Es algo que muchas veces, algunos no entendemos. Nos metemos tanto en el papel del bloguero, nos creemos tanto todo lo del marketing, que nos olvidamos de que somos personas y tenemos nuestras limitaciones.
Hay que saber dejar que la cabeza se enfríe, dar un paso atrás y olvidarse de redes y tonterías. Al final, para escribir, como tú has dicho, necesitas vivir. Es muy complicado escribir 7 horas para tu trabajo y luego tener el ánimo y las ganas de escribir otras 3 horas para ti. Pero bueno, son temporadas, unas mejores que otras. Nada más!
Un saludo y muchas gracias por tus palabras.
Buenas Jaume!!
La profesión de escritor es cómo todas al cabo de un tiempo tediosa y aburrida. Pero tú como yo ( y la gran mayoría de los juntaletras) vemos el escribir como una necesidad que puede ser equiparable a la de comer , beber , sentirse querido (es una necesidad que brota y la tienes que satisfacer de alguna forma).
Pero como bien he aprendido por ti y por otra gente del mundillo, escribir no es solo teclear. A veces los otros procesos, especialmente los de la creación de la idea en tu cabeza(personajes , trama, contexto , tiempo) suelen ser más gratificantes que el de plasmarlo después en el ordenador.
Al final tus ingresos ya los tienes por ello disfruta del proceso de la escritura y cuenta lo que te apetezca sin pensar en los lectores que tendrás después.Además no somos solo maquinas de producir , así que a disfrutar!Al final eres feliz escribiendo ,así que hazlo!!Suerte con la presentación de hoy!!Un abrazo crack!!
Hola, Íñigo
El tener los ingresos por otro lado es uno de los problemas, sobre todo, porque mi trabajo consiste en escribir. Entonces, escribir por un lado y escribir por otro lado es igual a una hoguera que se ve desde el espacio.
Es verdad que el escritor necesita escribir, pero el problema es que tal y como están las cosas ahora mismo en el mundillo, se nos exprime y se nos pide que hagamos cosas —relatos o artículos— en tiempo récord. «Ey, ¿me escribes un relato de 5000 palabras para la semana pasada? Con esos tiempos es imposible.
Pero bueno, es como todo, pasas malas rachas y luego vienen tiempos de vacas gordas. Pero escribir no es un oficio sencillo como se piensan muchos, que llegan aquí con el símbolo del dólar en los ojos.
Un abrazo y muchas gracias!
PD: La presentación estuvo muy bien, poquita gente, pero es que lo organizamos todo muy de prisa. Pero en fin, que me divertí mucho.
Cómo te entiendo. Durante un tiempo siempre bromeaba diciendo que tienes que tener cuidado con lo que deseas… Yo siempre había deseado vivir de escribir. Y lo hacía.
Tuve que cambiar mi deseo: vivir de escribir solo aquello que me apetece. Añadí, no volver a trabajar para nadie que no fuera yo. A lo de pasar hambre ya estaba acostumbrada, así que me convertí en casi anoréxica durante unos meses y por fin, empiezo a ver la luz. Es duro. Tanto una cosa como la otra. Cortar la fuente de ingresos y jugártela es chungo, puede no salir bien… O tardar mucho más en funcionar… Pero continuar escribiendo para otros también es duro, porque lo último que te apetece es escribir para ti…
Es que los deseos, Clara, son muy cucos. Ahora mismo cuando pienso en mi yo de hace unos años queriendo escribir, me salta una imagen del almirante Ackbar gritando: ¡Es una trampa!
Tú eres un ejemplo claro de que se puede vivir de escribir. Tú has pasado la travesía por el desierto, el has demostrado tu fe al dios de la letra y te ha concedido la gracia. Pero, ¿cuántos de los que dicen yo soy escritor aguantan esa travesía? Creo que pocos, muchos se suben al carro, sí. Pero muy pocos son los que tienen la convicción necesaria para aguantar.
Nosotros somos iluminados o masocas, no sabría muy bien —me inclino por lo de masocas—, pero ahí estamos. Peleando a cada paso.
Muchas gracias por pasar y comentar!
PD: tengo planes contigo, planes malignos 😛
Bueno, Jaume, solo quiero decirte que a mí me gusta mucho tu trabajo tanto en este blog como en la ficción que escribes, y creo que a la vista de todo el mundo está la calidad del mismo. A veces hace falta una temporada de descanso y desconexión para volver con más fuerza a lo que uno hace. En cualquier caso mucho ánimo y un abrazo.
Hola, Alex
Gracias, cosas así es lo que hacen que uno siga tirando del carro. La verdad es que sigo trabajando, muy en la sombra —he estado con unas lecturas editoriales y unas correcciones muy largas—, pronto sabréis más de mí. De momento puedo adelantar que estoy trabajando en un relato para el aniversario de Blackwood.
Es verdad que necesitamos desconectar, yo he pasado un verano complicado a hostias con la escritura y ahora empiezo a despertar y quitarme el barro de encima o, como se dice por aquí: a quitarme la pasta de las manos.
Cuando uno se quema de algo, lo mejor es parar, despejarse y regresar con la cabeza limpia. De lo contrario solo echamos más gasolina al fuego.
Un saludo, muchas gracias por tus palabras!
Si te digo la verdad, yo he llegado a un punto en el que no sé ni lo que quiero ni hasta dónde puedo. Así que no sé, voy a ir llamando a los bomberos.
Un abrazo y fenomenal post 😉
¿Seguro que no prefieres echar más gasolina y ver arder el mundo? Dicen que es divertido y contracultura que te cagas 😛
Bueno, conociéndote no vas a necesitar a los bomberos, te bastas y te sobras para echar adelante tú sola, ya lo has hecho y lo volverás a hacer. Además, tienes un montón de esbirros que te apoyarán —yo entre ellos—, así que… Hay que seguir.
Muchas gracias! Un abrazo y ánimo! 😀
Pues sí, es necesario hablar claro, que está internet lleno de vendemotos. A mí me flipan los de los ingresos pasivos, que te hacen ver que si no ganas 3.000 euros al mes con infoproductos poco menos que eres tonto, para que les compres sus cursos.
O los que intentan venderte libros de tener éxito con tu libro pero solo tiene publicado un libro sobre cómo tener éxito con tu libro.
Aunque yo ando también en esa búsqueda, sigo pensando que vivir dignamente solo de escribir es cuasi utópico, pero si creo que, a largo plazo, y con un número de obras suficientes, sí que se puede alcanzar algo así como una especie de sobresueldo o plan de pensiones, pero el tiempo dirá.
La verdad es que muchas veces es desmoralizante, pero todos los que saben coinciden en que esto es una carrera de fondo en la que te dejarás la vista si rondas los 40 y tienes un trabajo de oficina, porque al final te pasas 16 horas delante de una pantalla.
Pero tiene su gracia.
Por cierto, aunque no hagas reseñas, espero que me hagas llegar (aunque sea en privado) tu opinión sobre cierta novela de horror có[s]mico, que me tienes en ascuas…
Abrazos clónicos.
Te tengo en la pila de pendientes, quería leerte como toca, pero me está retrasando mucho The Secret Diary of Laura Palmer, entre que está en inglés y que se me está atragantando… Pero el próximo eres tú y ya te contaré.
Tienes mucha razón, al final no nos queda más que dejarnos las pestañas en la pantalla, porque con trabajos de oficina nuestra vida está ligada a una pantalla de ordenador. El destino… es así de cruel, hace años no soltaba el ordenador porque me pasaba la vida jugando y ahora… lo único que quiero es salir de aquí… ¡Hábrase visto!
En fin, vivir de escribir, al final es vivir de cosas que orbitan alrededor de la literatura —artículos, alguna reseña que te pagan, correcciones, traducciones— pocas veces vives de tus textos literarios, esos te dan para una cena a final de año y, con suerte, para irte después de copas.
Pero oye, somos masocas y aquí andamos, venga la tecla.
En fin, muchas gracias, man. Un abrazo!
Hola, Jaume:
Las cosas son como son y ninguna profesión que decidamos llevar a cabo por nuestra cuenta nos lo pone fácil, esté en el ámbito creativo o no. Si añadimos a que tu trabajo es tu afición la cosa se complica. (En Inglaterra estuve limpiando habitaciones en hoteles una temporada, pero mi casa era Kosovo).
Yo no he adquirido el compromiso de ser «escritora profesional» aún (después de muchos meses pensándolo, sé que no es el momento de tirarme al ruedo), pero aún así existen los diques secos. Y largos. Muy largos. Y muy secos.
El otro día le comentaba a Clara que desde agosto he sido incapaz de escribir una sola línea. Llevo más de un mes intentando terminar un artículo para un blog que tengo por ahí. Me había propuesto escribir uno a la semana —por gusto, por adquirir un compromiso conmigo misma, porque me entretiene, porque… —. Fue poco realista: tengo negocio propio en un país extranjero en el que solo surgen problemas porque los sistemas van con veinte años de retraso; administraciones en las que una gestión sencilla tarda días o semanas en resolverse (¿recuerdas a Astérix y Obélix yendo de una ventanilla a otra?); falta de compromiso de clientes y proveedores; etc.
Luego llegas a casa y hay que cocinar, poner lavadoras y bla, bla, bla. Mi marido y yo estamos agotados.
Le añado el cansancio habitual de un embarazo.
Así que cuando llega la hora de ponerme a escribir, o de seguir formándome como correctora, lo que de verdad quiero es dormir o mazmorrear para desahogarme y no matar a nadie al día siguiente en la vida real. Y punto. Lo he intentado varias veces, pero la basura está un par de niveles por encima del resultado y concentrarme más de tres minutos sin dormirme es una odisea. Además me pasa como a ti, de leer uno o dos libros a la semana he pasado a uno mensual (si mi madre se entera va a poner una queja para que le devuelvan a su hija).
Y, sin embargo, el mundo no se acaba.
Así que por ahora he sustituido la escritura por el punto de cruz y el ganchillo, que se me dan fatal, pero me tranquilizan la mente.
Me refiero a que, en ocasiones, es necesario tomar tiempo y distancia para volver a disfrutar de lo que nos interesa. Te voy a dar un consejo de trabajadora autónoma: si tienes suficiente para comer una semana sin trabajar o si puedes adelantar los trabajos, hazlo y vete de vacaciones. Pero de las de verdad: sin teléfono, sin internet y sin teclado a tu alrededor. O enciérrate en casa y limpia bien a fondo Pesadilla y Cámara (o tu zona de trabajo), eso ya es cosa tuya y de como disfrutes tu tiempo libre.
Abracines
No te imaginas lo que me tranquiliza saber que no soy el único que lleva meses sin escribir y que lo ve como algo natural… Es que no es el fin del mundo y es imposible que, cuando no tienes ganas de escribir, te entren ganas escribiendo más… simplemente es imposible. No te imaginas lo que reconforta saber que no soy el único… porque parecía que sí lo era.
No me puedo imaginar lo que tiene que ser eso, aquí la burocracia ya es una locura… Si es peor que esto debe ser la muerte. Por cierto, esa escena que nombras de Asterix y Obélix es uno de los recuerdos más vivos que tengo de mi infancia, me encantaba ese momento de locura completa. La administración no ayuda en absoluto, al contrario, nos pone pegas a cada paso que damos y eso, tampoco ayuda a que uno tenga ganas de escribir cuando llega a casa.
Yo, desde hace unos meses, me volqué mucho en mi trabajo como redactor… Me concentré mucho en esa parte de mi vida y me olvidé de escribir y, en cierto momento, olvidé incluso mi blog —algo de lo que me arrepiento—. El problema es el de siempre: es un trabajo y no va a ser agradecido. Me esperaba mucho más, pero en parte ha sido culpa mía por no saber gestionar ciertos momentos y ciertas situaciones. Al final la cosa se me fue un poco de las manos y el dragón acabó mordiéndome el culo… En fin, qué te tengo que contar a ti de los problemas del trabajador autónomo.
Cuando llegamos a casa necesitamos descansar. Yo, por lo menos lo necesito. Y necesito poner el cerebro en modo encefalograma plano, para mí eso supone tirarme en el sofá, salir de birras o jugar a videojuegos; leer y escribir solo consiguen saturarme más y no me apetece nada. Antes dibujaba, pero ahora ni eso, hasta eso me agobia.
Esta semana me voy a montar mi propio Black Friday, voy a aprovechar para limpiar mi espacio de trabajo y para desconectar, aunque solo sea por un día. Uno de mis problemas, es que me perdí un poco en esto de los blogs, y creo que necesito encontrarme de nuevo y ser el que era antes. Por eso, como bien dices, tengo que desconectar y darme un tiempecito.
Eso sí, el blog sigue en marcha, no os pienso dejar de fastidiar.
Muajajajá!
En fin, muchas gracias por tu comentario y felicidades por el embarazo!
Un abrazo muy fuerte!
Seguro que algún día encuentras el equilibrio entre trabajo y ocio para que puedas escribir lo que te guste y no sólo lo que te da de comer. Hasta entonces, efectivamente, descansa y no te ralles, pues hacerlo no te servirá de nada. Yo estuve un año sin escribir y acabo de terminar mi segunda novela. Sí, también el grillo me ha dicho que es una mierda, pero terminada está. Biquiños!
¿Así que has terminado tu segunda novela? ¿Y cuándo me la vas a dejar para leerla? Detrás de la Pistola me duró una tarde y desde entonces estoy esperando más… ¿qué me dices? ¿Quieres un lector cero? 😛
Bueno, ya me rallo poco, pero quejarse tiene su aquel… fíjate si lo tiene que este artículo recibe muchísimos más comentarios que cualquier otro artículo lleno de información o de consejos para escribir. Parece que me voy a tener que pasar al lado oscuro y cambiar la toga de profesor por la barba de profeta… Eso sí, yo soy profeta condenatorio o no me pongo.
Un besazo corasao!
ja,ja,ja,ja,
¿No será que te ha visitado Entropía?
Un saludo,
Una escribidora
No te creas, la Entro es una vieja amiga. A mí me daría miedo que me visitase Caribdis o Tánatos… Lo del artículo viene de otras cosas como que, a veces, algunos se pasan de listos y tocan demasiado las cosas de comer.
Un saludo!
Este artículo nos llega a todos; de alguna forma, sea en la escritura o en otro plano de la vida, nos pasa o nos ha pasado. Porque es totalmente normal y humano sentir lo que sentimos cuando estamos quemados, agotados, estresados o simplemente queremos pegar un grito al espejo. Cada uno tiene sus tiempos, sus propios plazos, sus maneras de afrontar sus «yoes». ¿Quién dice qué está bien o qué está mal? ¿Quién lo sabe, realmente? Nadie está en mis pies, ni frente a mi teclado ni conoce mis debilidades ni mis fortalezas. Por lo tanto soy la única que puede decidir lo que realmente ama, los tiempos que maneja y cómo distribuye su energía. Lo mismo pasa con cada uno de nosotros y en todos los niveles de la vida. ¿Es un tiempo para descansar? Pues adelante. Lo único que nos ralentiza o nos acelera es lo que pensamos de nosotros mismos. Y cada uno tiene su propio espejo en casa ;-).
De acuerdo totalmente con tu realismo puro y duro: como en cualquier disciplina, esfuerzo, formación, paciencia y estudio. Yo también hago círculos hermosos; no puedo ni atinar a dibujar un ser humano sin cabeza deforme!
Te leo siempre, es un placer recibir en mi correo tus entradas. ¡Gracias!
Abrazo infinito y que tu espejo te regale lo mejor. 🙂
Hola, Poli!
Muchas gracias a ti por leer y por comentar. También por entender que todos tenemos nuestros momentos. No resulta sencillo estar siempre al pie del cañón, mucho menos cuando trabajas escribiendo… Es un trabajo solitario y muy mal valorado en general.
A veces va bien tirar de tripa y sacar los higadillos en un artículo como este, remueves conciencias y demuestras a los demás que tú también estás en el mismo lugar que ellos y que sientes lo mismo que ellos.
Hay que tener claras algunas cosas antes de meternos en esto de la escritura y, por desgracia, muchos se olvidan o directamente se las saltan. Pero bueno, aquí estamos para recordar que no es oro todo lo que reluce.
Un saludo y muchas gracias!
Después de leer tu artículo, me he preguntado qué te comento que ya no te hayan dicho, y se me ocurre algo así como ¡Bienvenido a la tribu! Ya lo puedes ver por mi blog, publico de uvas a peras, Y sobre escribir «literatura», no tengo normas. Si tengo ganas, escribo y si no, no me preocupo. No tengo ni horarios, ni cantidad de palabras por días, ni nada que convierta en rutina y dinamite mi motivación.
Pero eso tiene una explicación. Soy TDHA (y no tomo medicación) y para mí eso no ha sido una gilipollez absurda, sino un problema a la hora de mantenerme motivado, además de verme en la necesidad de establecer estrategias para sacar adelante todas mis actividades. Mi hijo también es TDHA y también tiene su lucha diaria para avanzar en sus proyectos.
No obstante, hoy ser escritor exige desarrollar muchas actividades que no son propias del ámbito literario. Aunque no nos queda mas cojones que llevarlas a cabo, personalmente siento que ello desnaturaliza la esencia de nuestra vocación. Partamos de que el tiempo que invertimos a atender un blog y las redes sociales se lo quitamos a escribir. Si a eso sumamos que también hay que comer… pues, llama a los bomberos. Por eso, cuando hace unos años, casi ocho, decidí dejar mi buen trabajo para vivir de la literatura, lo que decidí no fue vivir de lo que escribo, si no más bien del entorno de la literatura (correcciones, cursos, etc.). Pero, claro, luego de dedicar una jornada a corregir cincuenta páginas de un encargo o a revisar 10-15 ejercicios de los cursos, ¿qué ganas te quedan de sentarte a escribir? Al menos yo, pocas, muy pocas. Sin embargo, no lo lamento, porque mi día a día es literatura y más literatura.
Podría contarte muchas más cosas, pero preferiría que lo dejemos para otro día, con una birra de por medio. Por mientras, bienvenido a la tribu. Plantearte esto es muy sano.
Un abrazo.
El tema del TDAH no lo digo yo, el mismo «descubridor» de la enfermedad lo dice en el enlace que he puesto, él mismo reconoció que se inventó el término para poder vender medicamentos en los años 50. Yo conozco niños con el trastorno y que no pasan de ser niños inquietos, revoltosos y a los que les cuesta mucho concentrarse. Nada que no me pasara a mí de pequeño —y que me siga pasando—.
Creo que das en la tecla cuando hablas de vivir de lo que rodea a la literatura. A mí me sucede algo parecido… Solo que al final se ha convertido en un trabajo, muchas veces tener que escribir un relato para un recopilatorio porque te lo encargan… A mí esas cosas me suponen un esfuerzo que no quiero hacer. Quiero escribir y disfrutar, soy un escritor, no soy una industria que produce relatos de terror. No quiero que una editorial o una revista venga y me diga: Vamos a publicar unos pocos relatos, nos tienes que escribir uno de terror y tiene que ser para la semana que viene. ¿Qué demonio es eso? ¿Ahora la literatura se ha convertido en una fábrica? Y sí, no voy a ser hipócrita, me toca mucho las pelotas que además de tener que hacerlo por cojones lo tenga que hacer gratis… Lo que se llama ser puta y poner la cama.
Me alegra ver que hay alguien cuerdo en la sala y que apoya mi tesis de que si te quemas no tienes que escribir. Parece que esa frase va en contra de los mandamientos del juntaletras o algo así, porque ha caído regular entre el personal. Yo creo que es lo más sensato del mundo: ¿estás quemado? Pues a otra cosa, mariposa y nada más. No es el fin del mundo.
Yo te reconozco que al final del día no me apetece escribir, qué quieres que te diga. Desde que terminé mi última novelette, me cuesta horrores sentirme cómodo con la tecla.
En fin, muchas gracias por tu comentario, Ness y por poner esa pizca de tranquilidad que siempre tienes.
Un abrazo!
Respecto a TDAH y al artículo que enlazas, hay un asunto bastante debatido, y que se refiere a la dudosa calidad traducción del inglés al alemán, y que produce contradicciones dentro de la propia entrevista realizada al Dr. Leon Eisenberg en 2009, y que dudo mucho que podamos achacárselas al científico, sino más bien al traductor. Por otra parte, tampoco es cierto que Eisenberg fuese el «descubridor» del TDAH. De hecho, ya en 1902 el pediatra británico George Still (Eisenberg ni había nacido) expuso los síntomas de la denominada «Disfunción Cerebral Mínima» que 1950 pasó a llamarse «Síndrome Hipercinético». En realidad, Eisenberg nunca negó la existencia del TDAH, sino que denunció la sobrediagnosticación, es decir, que a cualquier niño «movidito» le ponían la etiqueta de TDAH y ¡hala!, metilfenidato en vena.
Hay mucha información sobre el TDAH, pero te dejo un enlace que es sencillo, pero bastante aclaratorio sobre la controversia que causó el artículo acerca del «sobrediagnóstico del TDAH» publicado en el semanario alemán Der Spiegel, en el cual se cita a Eisenberg.
https://educaciontdah.wordpress.com/2013/05/28/aclarando-lo-de-leon-eisenberg/
Lo que pasa es que decir que es un invento para enriquecer a la odiadísima industria farmacéutica «vende mucho».
Un abrazo.
A mí, sólo me sirve perseguir mis sueños… los que sean. No quiero ser cautiva de los sueños de otros.
La organización siempre va acompañada de la rutina junto con las quejas.
Escritores, escribientes, escribidores… títulos y más nombramientos ridículos que entorpecen la pasión.
Un día, sucedió que me di cuenta de que estaba viviendo por y para los sueños de otros. Pensé: ¿Qué estoy haciendo? Lo dejé todo-o nada- y me quedé quieta. Ya está. Es cuestión de devociones y de traiciones. Cada uno selecciona las suyas .
¡Qué más da! ¡Qué importa!
Hay que pararse. Hay que sentirse. Todo llegará si no te dejas devorar por las fauces consistoriales.
El que escribe lo hace por puro placer. Le nace,. Es un instinto . Cautiva y devora si no se gestiona bien.El auténtico escritor espera y desea que sus escritos lleguen, comuniquen y transmitan algo más allá de la supervivencia animal . El arte es un placer; una satisfacción personal, más allá de valores monetarios.
Necesitamos urgentemente creatividad en todos los ámbitos. Con eso, se pasan todos los males.
¡Un saludo!
Ay, Jaume!
Este mundillo es dificil de cojo…pero hace tiempo que decidí que lo de escribir para vivir nunca iría conmigo. Para vivir de tienes que escribir con unos corsets que no estoy dispuesta a cruzar, o en su defecto contrario, escribir lo que te de la real gana y que guste, mucho, muchísimo.
Por lo que lo único que tengo claro es que voy a seguir escribiendo, ganando lectores, y me da igual si es gratis o no.
Soy ama de casa, sin ingresos, ya sé lo que es no tener un duro, y tener que esperar a cumpleaños, reyes magos y santa cabrón. xD
Un abrazooo! Y gracias por estos artículos tan sinceros!!
Hola, Beka!
Sí que es un mundillo duro. Aunque, si te digo la verdad, creo que hoy en día, si tienes paciencia, te esfuerzas y juegas duro, sí que puedes llegar a vivir de esto. No vas a ser millonario y no vivirás en la mansión de tío Phil en Bel-Air. Pero vivir se puede vivir. Y me refiero a escribir lo que te gusta, no tener que pasar por el aro de las editoriales y esas chorradas.
Un abrazo!
Puf!, fue el sonido de mi cabeza… che… ¿ que te esta pasando Jaume?, digo… esto de revolver en el propio intrior esta bien, como que hasta se hace necesario a veces, pero… Puf!, bueno ya que tengo un teclado en mi casa… voy a escribirte un poco a vos… ¿ te acordás del momento exacto donde se te ocurrió una idea genial para tu novela? (acordamos que lo de genial es entre nosotros, puede no ser genial para mas nadie), o ese día en que tenías que hacer aquello super importante y se te paso por estar escribiendo…, o cuando estabas en tu trabajo, el de Clark, y seguías en tu mente los pasos que iba dando tu personaje principal mientras contestabas educadamente a tu puto jefe…
abrir el pecho con un bisturí esta bien… pero no te olvides de buscar en ese interior de tripas lo efímero, lo intocable, eso que te hace agarrar ritmo en los dedos, desprender una a una las letras y plasmarlas ordenaditas, coherentes, aventureras sobre la pantalla… que el quiebre sea pa´dentro esta bien… ya habrá momento pal´afuera. Hoy te gano tu lado darky, extraño un poco ese otro Jaume, pero igual me seguís gustando…
Abrazo desde el sur
Hola, Alila!
No te preocupes, no estoy tan oscuro —todavía muajajaja—. Es solo que me encontraba incómodo en mi piel y, de vez en cuando, uno peta y lo saca todo al aire. No pasa nada, no es tan malo enseñar las tripas de alguna vez que otra. Tranquila que tampoco me voy a pasar con esto 😛
Mira, si te digo la verdad, ha pasado tanto tiempo desde que escribí mi primera novela… y todavía soy capaz de recordar cómo se me ocurrió esa idea. Me vino viendo un documental sobre Stoker, el tipo murió medio loco, señalando la pared y diciendo: Strigoi, strigoi —que en rumano significa bruja o demonio—. Esa palabra se me quedó grabada y de hecho mi primera novela, terminada y sin revisar, muerta en mi disco duro desde hace 6 años se llama Strigoi y está narrada en Rumanía.
Desde que escribí ese artículo me he reencontrado, gracias en gran parte a escribir ese artículo y sacarme de dentro toda esa mierda. Llevo unas semanas escribiendo mucho; dentro de poco presentaré un nuevo relato y estoy terminando un cuento de Navidad —a mi estilo, macabro y macarra—. En fin, lo de vaciarse, a veces, es una necesidad.
Un abrazo y muchas gracias por leer y comentar!
¿Eres o no eres escritor? ¿No se puede vivir de la escritura?
Bueno, aquí te van algunos tips:
1.- Es verdad que ni los más grandes escritores han vivido de sus letras. A menos que sean premios Nobel. Todos han sido explotados. No obstante, ¿les faltó pericia para indagar lo que quería leer el gran público? Lo que necesitaba leer. Nunca escribieron bestsellers que los sacaran del anonimato. Ni se propusieron derribar ( a huevo) la apatía de los lectores.
1.- Debemos hacer un análisis de conciencia. ¿Tengo talento expresivo? ¿Me paso horas y horas frente al teclado sin aburrirme? Y lo más importante, ¡me encanta tener muchos lectores para inspirarlos, entretenerlos, educarlos, o convencerlos! Felicidades. He pasado la primer prueba.
2.- ¿Estoy consciente que la escritura, como dice Jaume, requiere preparación? Es decir, tomar cursos, talleres, conferencias, y leerme la biblioteca de Alejandría. Bueno, esa dicen que se quemó, pero seguramente tengo una cerca. La Internet también ayuda y mucho.
3.- Antes de visualizar que era un escritor leí mucha Psicología (para exorcizar mis demonios), Astrología, Frenología, Historia universal, Ley del karma, Vida en el más allá, Budismo, Filosofía, Parapsicología, Yoga, Religiones comparadas, Gnosis, etc. Entonces, me dije–: ¿Y ahora qué hago con este bagaje? ¡Pues a escribir mis propios libros! Como dato curioso, mi carta astral dice que soy un escritor en potencia.
4.- Anduve dando saltos de mata, inclusive en una carrera no apropiada, hasta que descubrí que lo mío era la filosofía y el existencialismo. Entonces renuncié al vino, la pachanga, y la vida airada, y me volví un monje, –es una broma, pero sí un lobo solitario. Todavía me gusta el baile y practicar el erotismo. Me dijeron que podía ayudar a los demás y me gustaba.
5.- He ido analizando pautas que me indican que estoy en el camino. Soy feliz leyendo y escribiendo. Tengo todo el tiempo para hacerlo. Una esposa y una Fe en Dios que me inspiran. Mi blog tiene miles de lectores de todas partes del mundo. Es realmente internacional. Pronto publicaré mi primer novela. Luego les platico.
6.- A mi mail llegan mentores que gratuitamente me ofrecen superarme para ser mejor autor. Valoro sus conocimientos y los he leído a todos en la red. Mi agradecimiento para TODOS ellos. Espero no defraudarlos.
7.- Soy un soñador nato y máxime desde que leí que todo lo que la mente crea se puede materializar. «Pensar alto, sentir hondo, y hablar claro», es mi divisa. Piensan en pequeño los seres pequeños. Piensa en grande y serás grande. Hago gimnasia y practico Yoga. Me veo muy bien. La sabiduría si no se comparte se atrofia.
Un gustazo compartir y saludarlos.
Pues sí, a veces hay que descansar y dejarlo a un lado. A mí esas pausas me las suelen imponer; de hecho llevo sin escribir, escribir de verdad, desde agosto (¡?) cuando publiqué la última novela, y me da por pensar que solo busco excusas, pero la realidad se impone. Cuando no puedes, no puedes, esto no nos da de comer y hay rachas en las que es imposible dedicarle tiempo o, como creo que me pasa a mí, el tiempo que le puedo dedicar no es ni suficiente ni provechoso. Y para hacerlo así, mejor no lo hago.
El artículo me ha pirrado, como ya es costumbre.
¡Abrazos, compañero!
Ey, Jesús!
Bueno, yo me tiré bastante tiempo sin escribir nada que valiese la pena y, si te digo la verdad, aunque arranqué muy fuerte, la verdad es que me he estancado otra vez. Sí, voy escribiendo, pero no logro encadenar dos buenas sesiones de escritura seguidas y ya sabes que así no se saca nada bueno. Quiero ponerme con un par de proyectos largos que quiero sacar, pero como siempre ando así, al final me centro en los relatos, que es lo que mejor puedo sacar con sesiones de escritura cortas y descompensadas.
Habrá que organizarse mejor, no nos queda otra.
En fin, muchas gracias por leer y comentar, como siempre.
Un abrazo!
Hola!
Tenía una duda, con formación te refieres a clases de escritura?
Hola, Mike
Con formación me refiero a todo. Escritura, por supuesto, pero también un poco de todo: marketing para venderte, algo de social media… En fin, que sepas en qué te estás metiendo antes de lanzarte.
Tu artículo me ha llegado al alma. En este justo momento estoy atravesando esa misma ciénaga. Entre mis herramientas profesionales también está la escritura. Como gestor de patrimonio cultural y formador me ha tocado redactar desde proyectos hasta guiones de teatro, pasando por todo tipo de manuales de formación. Llegué a publicar novela y a escribir poesía para huir de mis demonios. Hoy, sin embargo, he llegado al borde de un precipicio huyendo de un incendio y me encuentro ante un dilema: ¿salto y me mato o vuelvo sobre mis pasos y me quemo? Un placer descubrirte, colega.
Yo creo que el echo de escribir no solamente sera para ganarse el pan, también para conocer pensamientos abstractos, imagines muy extrañas que pasen por tu cabeza. «y tu te digas» (putas como pude imaginar esas malditas escorias) y empiezas a desarrollarlo, dones que desconocías de ti y voces nuevas que pasan en tu mente. Porque la mente es poderosa, no se compara para -nada! con el cerebro que es solo un pedazo de materia compuesto con órganos, la mente se convierte superior con la aceptación superior. Y es para los lectores y los que se atreven a ser escritores; es muy importante creer en los seres que habitan en otras dimensiones y transportarse con ellos porque son reales y ellos nos vigilan todo el tiempo, y si tu los aceptas debes de agarrarte el -culo! y no compartirlo a otros de lo que ahora sabes porque otros que no lo aceptan nunca lo entenderán y no lo desarrollaran, y se podrán estancar en algún momento, por esa razón es tan importante a no cerrarse a ellos y aceptarlos (puedes llamarlos como quieras espíritus, demonios, ángeles, ellos estarán ahí)… siendo mucho mas superiores que los humanos, y lo mejor conocen toda la tierra, lo que mora y en lo que transcurre al pasar de los días, ayeres y siglos, conocen lo que aun el ojo del ser humano no a podido ver, (es por eso que hasta yo misma me doy mi putada y acepto que nací siendo una cría, una criatura indefensa sin mucha formación, pero aquí están ellos haciéndome crecer mejor, defendiéndome de algún momento terrible, aprender de mi ignorancia que es la naturaleza de nacer siendo humano). Y si un día decides hacer un trabajo en equipo con un ente, o con un espíritu, sera lo mas brutal que te llevaras un total respeto, porque valdrá lana, cada puta linea que escribas a lado de esa compañía segura y poderosa que es mejor, mas inteligente que tu y tus otras vueltas rutinarias.
Eso es lo que estoy haciendo y de verdad me va mucho mejor y hubieron cambios totales. Es una mierda pensar que uno mismo puede prosperar todo haciéndolo solo, y si se puede, pero se llevara malas experiencias por cargar ese orgullo y no aceptar que no siempre podrá solo, por eso como los seres humanos se acostumbran a apuñalarse todo el tiempo porque es difícil confiar en alguien, lo otro mencionado es mucho mas seguro, es la razón porque los grandes editores, directores que llegaron a ser lo que son hoy en día en el cine, nunca pudieron sin ayuda de esos seres. Pero muchos tienen miedo a comentarlo a abrirlo, pero lastimosamente es la verdad, los escritores mas jodidos y millonarios del mundo de Hollywood están acompañado con una entidad superior y están siempre conectados del uno al otro. Y es posible juzgarlo, verlo como una practica demoníaca y malvada, pero el que que anda de escritor y diga que esto es falso, es una locura, lastimosamente tendrá la mente encogida toda la vida y se le complicara mucho la carrera, porque a beses hay detalles que en los libros de historias no se pueden hallar lastimosamente y esos detalles que son privados con información privada se puede volver posible. Y se necesita mucha ayuda para estar en la escritura, escribir solo de verdad que es una mierda que lastimosamente sera complicado sacarlo a flote… Veras a otros verlos prosperar escribiendo solos, y capaz tienen sus secretos y su mejor compañía. Solamente deseo mucha suerte, y lo bueno a todos y todas que desean esta vida completa de escritura.